Ley debe garantizar el ingreso sin afectar la calidad (I)

Ley debe garantizar el ingreso sin afectar la calidad (I)

La forma como ingresarán los estudiantes en las instituciones de educación superior es uno de los temas que debería dilucidarse en una ley de educación universitaria. Se trata de un punto que enfrenta a sectores con opiniones opuestas.

En la propuesta de ley que la ONG Asamblea de Educación presentó en diciembre de 2010 se dispone que los estudiantes que no logren entrar en las universidades puedan cursar programas de nivelación y también recibir orientación vocacional.

Las instituciones de educación superior, de acuerdo con el documento, tienen la responsabilidad de crear esas alternativas.

Leonardo Carvajal, miembro de la ONG, asegura que, en todo caso, las leyes deben ser generales. No hay que establecer, por ejemplo, un sistema de ingreso particular. Las leyes deben perdurar y, dice, si se abunda en detalles, se corre el riesgo de que los instrumentos no respondan a las circunstancias.

Por eso considera que lo que ellos señalan es más que suficiente. Luego se pueden elaborar reglamentos que incluyan los detalles.

Carvajal señala que la propuesta de su organización condensa principios fundamentales en unas pocas líneas, sin necesidad de entrar en mayores profundidades. "Primero, no le ponemos límites a las aspiraciones de los bachilleres y obligamos a las instituciones a que ofrezcan oportunidades de ingreso. Hablamos de garantizar el derecho al estudio, pero sin darle puerta libre a cualquiera", explica. Agrega que es importante cumplir con el artículo 103 de la Constitución, que establece que debe considerarse en los procesos de admisión la vocación, la aspiración y las aptitudes de los estudiantes.

La Ley de Universidades vigente, de 1970, establece algunas especificidades. El Consejo Nacional de Universidades recomienda procedimientos de selección, pero es el Consejo Universitario de cada institución el que debe determinar la cantidad de cupos que van a asignarse y los mecanismos de evaluación. Luego se señala que es requisito indispensable contar con el título de bachiller.

El proyecto de Ley de Educación Universitaria aprobado por la Asamblea Nacional y vetado por el presidente Hugo Chávez indica que todos los bachilleres tienen derecho al ingreso; que el Estado Docente, representado por el ministerio, debe establecer los mecanismos de admisión; y que las instituciones universitarias no pueden aplicar ningún otro procedimiento o exigir requisitos adicionales.

Calidad legal. En otra propuesta de ley, diseñada por el Núcleo de Secretarios y el Núcleo de Vicerrectores de las universidades nacionales se proponen tres formas de ingreso: el directo, para los estudiantes que tienen las competencias necesarias; el asistido, para quienes no hayan logrado los puntajes y requieren de un ciclo de iniciación universitaria; y la reorientación, para aclarar la vocación de quienes no están seguros de lo que quieren estudiar.

Más allá de esas posibilidades, Amalio Belmonte, secretario de la Universidad Central de Venezuela, opina que una ley debe ser general: "Allí se debería decir claramente que la educación superior es una decisión de Estado. Que las políticas de ingreso deben ser definidas por las universidades y el gobierno, de forma concertada. Así la educación puede ser más inclusiva, amplia, objetiva y eficiente".

La calidad es otro punto crucial en una ley de universidades, dice Belmonte. "Se debe establecer que el aumento de las matrículas no debe ir contra la calidad de la enseñanza", recomienda. Eso engloba la calidad de los profesores, de los programas de estudio, de la educación secundaria. Las universidades deberían crear instrumentos de evaluación para personas con discapacidad y con habilidades especiales.

Benjamín Scharifker, ex rector de la Universidad Simón Bolívar, afirma que el ingreso es un eslabón dentro de la cadena de la educación.

Por eso, es un asunto que debe cuidarse. La masificación puede ir contra la calidad, cuando se admite a los estudiantes sin mayores filtros y la base de bachillerato no es sólida: "Si, por ejemplo, a un alumno le exoneraron matemática, puede tener la vocación de ingresar a una carrera que requiera destrezas en esa área. Pero, al entrar, cuando se enfrenta con las evaluaciones, viene la decepción. Se busca la inclusión, pero en la práctica se da exclusión por frustración".

Situación actual

El procedimiento vigente para estudiar en una universidad es el Sistema Nacional de Ingreso. La Oficina de Planificación del Sector Universitario está a cargo. Los estudiantes de bachillerato deben inscribirse en la página web del organismo, y seguir las instrucciones. Las pruebas internas son otros caminos para acceder a la educación superior. La distribución de los cupos en las universidades se realiza de forma mixta.